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La secretaria de Organización de Eusko Alkartasuna y candidata número dos por Bizkaia, Elisa Sainz de Murieta, planteó la “necesidad” de incrementar las ayudas económicas a las familias, promover la flexibilización de la jornada laboral e incrementar la inversión en guarderías infantiles, residencias y centros de día para mayores con el objetivo de garantizar que “la conciliación de la vida laboral y familiar sea una realidad en Euskadi”.

Según una encuesta del CIS del 2006: 6 de cada 10 españolas afirman que tener un hijo es un obstáculo para su vida laboral. Será por eso que la maternidad se retrasa cada vez más y ya una de cada cinco españolas tiene su hijo después de los 35 años. De hecho, la decisión de ser madres viene motivada en muchos casos por el declinar de la fertilidad. Más aún, el 25% de las españolas asegura que no llegará a tener los hijos que desea por la dificultad de compaginar maternidad y trabajo.

Con estos datos, no cabe duda de que las mujeres piensan que la maternidad penaliza su carrera profesional y temen el impacto de la misma sobre su vida social.

Sin embargo, investigaciones recientes sostienen que ser madres origina unos cambios positivos en el cerebro necesarios para asumir esta exigente función, y que estos cambios son duraderos y podrían llegar a enriquecer todas las facetas de la vida de una mujer. No es de extrañar, las mujeres que han sido madres, saben que tener hijos les ha cambiado para siempre, les ha hecho abandonar el egocentrismo y las ha convertido en nuevas personas más maduras y completas, porque la maternidad aporta un desarrollo personal extraordinario y unos valores nuevos que pueden resultar trascendentes tanto para las empresas como para la sociedad.

Pero, aunque resulte increíble, las mujeres también sienten que es difícil ser madres sin desandar los avances conseguidos en el camino de la igualdad laboral. La sociedad actual permanece obtusamente miope hacia este crecimiento emocional y personal que experimentan las mujeres que se convierten en madres. Y en este nuevo siglo todavía no se ha conseguido una coexistencia apacible entre profesión y maternidad.

“Convertirme en madre ha sido un proceso enriquecedor que ha hecho que me plantee nuevos retos; uno de los más importantes es el de dar a conocer la experiencia de la maternidad hoy, con sus luces y sus sombras a esta sociedad que parece no querer darse por enterada de las complicadas condiciones en las que la ejercemos” dice la autora, y esta es la intención fundamental que subyace en Equilibristas.

DIA INTERNACIONAL DE LA MUJER TRABAJADORA: 8 de marzo de 2009

Aunque nos pueda resultar extraño, este día sigue teniendo vigencia en el año 2009. La discriminación laboral por motivos de género se ha diluido mucho, pero según la inspección de trabajo y seguridad social el 90% de esta discriminación está relacionada con la maternidad.

La mayoría de las barreras discriminatorias son insidiosas y difícilmente reconocibles y por ello resultan más complicadas de atacar.
No sólo eso, los padres, pero sobre todo las madres tenemos un problema fundamental como refleja una reciente encuesta del CIS con unos números contundentes: uno de cada 3 españoles tiene problemas para conciliar el trabajo con el cuidado de los hijos.

Ayudar a encajar la maternidad dentro de la vida profesional de las mujeres es una asignatura pendiente que nuestra sociedad tiene todavía que resolver. Este día puede ser una buena excusa para abrir un debate sobre las dificultades que las mujeres tienen cuando intentan compaginar hijos y trabajo.

Introducción: El hilo invisible
Carta 1: Mi reloj
Carta 2: El viaje de mi sueño
Carta 3: Sensibilidad
Carta 4: La maleta
Carta 5: Recién nacidas
Carta 6: Papá
Carta 7: Master maternal
Carta 8: Esas otras madres
Carta 9: No, gracias
Carta 10: Tu tía Marta
Carta 11: Malabaristas
Carta 12: Modelos
Carta 13: Demasiado corazón
Carta 14: Mi habitación propia
Agradecimientos
Bibliografía

ENLACES RELACIONADOS:

• www.alientaeditorial.com
• www.inmaculadagilaberte.com

María Antonia Iglesias

Ediciones Aguilar

ISBN: 978-84-03-09894-7

La recuperación de la memoria de un pueblo es un ejercicio de búsqueda que coloca a los individuos ante su verdadera naturaleza, en este caso ante una realidad que golpea y hiere. María Antonia Iglesias desde el compromiso de dar voz a todos, desde el interés por la opinión del otro, se acerca a Euskadi, territorio demonizado, y recompone treinta años de su historia, mientras armoniza las diferentes voces y silencios y compone un relato coral que nos devuelve la memoria inédita de los vascos en el que ninguna voz se puede desentender de las otras, porque todas se duelen de las mismas heridas. Las treinta y dos personalidades entrevistadas han aceptado el reto y han renunciado a la comodidad de un discurso políticamente correcto. Todos han aceptado el desafío de tumbarse en el diván del psiquiatra y de aceptar la terapia de la verdad, tan peligrosa e imprevisible en muchas ocasiones. Todos cuentan todo, hablan de todo —la disidencia en el mundo abertzale, la última negociación con ETA—, se acercan con pasión a la naturaleza y a la condición de los vascos… Y en paralelo a la política, que vertebra Memoria de Euskadi, crece una segunda espina dorsal que recompone y desnuda las raíces del alma vasca.