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Archivo de Mayo 2009

Mayo 24 2009

EL CAPITALISMO FUNERAL. LA CRISIS O LA TERCERA GUERRA MUNDIAL

Publicado por liburuak bajo Sin categoría

VERDU, VICENTE

ANAGRAMA
ISBN: 9788433962935

¿Crisis financiera o cambio de época? ¿Crisis económica o cambio de sistema,  desde  la economía del dolor a la economía del “amor”?
Nadie quería que llegara a convertirse en realidad, pero todos estaban esperando que ocurriera. Pocas épocas en la historia han gozado de tanto desprestigio como esta. La pérdida del valor del esfuerzo, el deterioro de la educación, la corrupción de los políticos, los deportistas y los banqueros, la trivialización de la moral, el aumento de la injusticia y la desigualdad, el menosprecio de los maestros y la insatisfacción laboral, la congelación salarial y la superexplotación de los más débiles, la destrucción del planeta, el camelo del arte, el regular apaleamiento de las focas…

Ahora, por fin, ha sobrevenido un fenómeno colosal que ha frenado esta deriva: la crisis. La llamada en un principio crisis financiera significa, en rigor, el derrumbe de un tiempo entero, el ocaso de una cultura y acaso de un sistema que ha alcanzado el cenit de su depravación. La crisis, en suma, no significaría otra cosa que el sonoro final de una era y el comienzo, previsiblemente, de otra etapa, quizás mejor, en la historia de la Humanidad.

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Mayo 18 2009

Menos partidos y más ciudadanos para la nueva sociedad del debate

Publicado por liburuak bajo Educación, Pensamiento

Democracia Secuestrada - Francisco Rubiales Moreno

ISBN: 84-96416-33-X

http://www.editorialalmuzara.com/editorial.php?idioma=1&libro=264

-¿Por qué decidió escribir este libro?
-Llevo mucho tiempo investigando sobre dos temas que me apasionan: la libertad y la democracia. Dentro de este análisis descubrí no sólo que la sociedad está enferma y cuáles son los defectos de nuestro sistema de libertad y democracia, sino también quise buscar soluciones.

-Desde que se enfrentó a esa primera página en blanco hasta que escribió la última línea, ¿cambió algo dentro de usted?
-Es muy interesante esta pregunta. Desde Séneca hasta Plinio cualquiera que entra en un proceso creativo sufre las consecuencias de ese mismo proceso. Pienso que uno siempre cambia. ¿Cuál ha sido mi cambio? A medida que iba avanzando en el análisis me quedé impresionado de la barbaridad, locura y aberración a la que han llegado los partidos políticos. Este ha sido mi primer gran descubrimiento tras un proceso totalmente racional y de análisis. Los partidos políticos se han infiltrado en la sociedad hasta lugares prohibidos por la propia democracia: asociaciones de vecinos, consumidores, etc. Han monopolizado por completo la política y eso no es bueno. Porque si no existe la sociedad civil lo que hay es una especie de dictadura camuflada, que creo que es lo que está ocurriendo en nuestra democracia. El segundo descubrimiento es que los ciudadanos han desaparecido o son una especie en extinción porque han sido expulsados de la política y además exterminados como si fuesen linces.

-¿Qué representa el ciudadano en una democracia?
-Un ciudadano en el sentido griego de la palabra, es una persona responsable, participativa, con sentido del autogobierno, con capacidad para pensar en el bien común, con capacidad de vivir en el diálogo permanente y la búsqueda de soluciones. Hoy por hoy, el gran depredador del ciudadano es el político profesional que es el que ha asumido el control y monopolio de la política y la gestión pública, cometiendo el mayor error que se puede cometer: expulsar a lo mejor que había sobre la tierra, al ciudadano responsable, que es el que debería de estar presente en la gestión del planeta.

-Si el ciudadano ha sido expulsado de la política y el monopolio lo tienen los partidos políticos, dígame cómo recuperar el control…
-Éste no es un libro de lamentos sino de soluciones. Y precisamente planteo dos soluciones para este problema. Una es fabricar ciudadanos de nuevo, y la segunda es utilizar el debate como arma, como esencia, como método de vida política y ciudadana. Si tú planteas el debate dentro de una empresa, te aseguro que funciona, yo lo he experimentado. He comprobado que cuando la gente debate seriamente, con libertad, con orden y dentro de la búsqueda de soluciones, se producen las sinergias, una fuerza increíble que llega a cohesionar. La gente se vuelve más feliz, más productiva, se genera innovación. Pues lo mismo que funciona en esto funciona en la sociedad.

-Entonces, ¿por qué se nos plantea el debate como algo que disocia, separa y sobre todo, se teme?
-Te voy a decir algo bastante duro. Creo que hemos diseñado un mundo -será el tema de mi próximo libro-, que tiene la mala leche de extraer de los humanos lo peor que tienen. Mira por ejemplo el concepto de justicia. Está basada sólo en la sospecha, represión y castigo del delito. Imagínate que en un momento determinado de la historia en vez de alimentar esta línea se hubiese abierto el camino de premiar la virtud, el bien. ¿Cómo sería nuestra sociedad? La justicia sólo castiga a quien comete errores. Reprime el mal, no potencia la bondad, la entrega o el bien. Otra cuestión equivocada es cuando se dice que la esencia de la democracia es el voto, cuando cada vez que se vota surge una mayor separación y doble derrota del que no consigue ganar. Una porque pierde y la otra porque queda condenado al silencio. Insisto en que una democracia no debe de estar basada en el voto sino en el discernimiento, la búsqueda del bien común, el debate como en las Asambleas de Atenas en los tiempos de Pericles. Allí sólo se votaba en momentos muy críticos, el resto de la vida política se solucionaba a base de debates. Frente a esto puede decirse: ¡claro, allí podía hacerse porque eran cientos de personas pero ahora somos millones…! Ese argumento tampoco vale, ya que a través de Internet y las nuevas tecnologías podemos convertir el mundo en una gran asamblea. Si a los partidos les interesase realmente conocer lo que la gente piensa se pondría en marcha un sistema informático muy similar al de la declaración de la renta, que sí funciona porque les interesa cobrar impuestos. Pero la verdad es que no les atrae lo más mínimo porque si los políticos profesionales dan pie a que los ciudadanos participen, ellos perderían el poder, el control y por lo tanto los privilegios.

-¿Cómo podría la sociedad civil descubrir el auténtico poder que tiene en sus manos?
-En el siglo XVIII tiene lugar la Revolución Francesa, nacen los ciudadanos, la democracia y cambia el mundo. Se crea el Estado y también una serie de normas y sistemas de control de los cuales hoy no queda en pie ninguno. Se estableció la separación de poderes: legislativo, ejecutivo y judicial para que mutuamente se vigilasen y no interfirieran entre sí. Hoy los partidos políticos con la mayor desfachatez del mundo y sin esconderse, nombran jueces y discuten sobre esos nombramientos, o sobre quién va a presidir el Tribunal Supremo o el Consejo General del Poder Judicial. “Yo tengo cinco, tú cuatro, yo tres…” ¡Pero si esto está prohibido por la reglas del juego! Lo mismo ha pasado con la prensa. La prensa libre ha sido creada para que vigilase al Estado y por tanto está obligada a generar opinión, investigar y aportar al ciudadano información veraz. ¿Dónde está hoy la prensa libre? Tal grupo de comunicación pertenece al PSOE, el otro al PP… ¿Dónde hemos llegado? Un periodista que toma partido, deja de ser periodista. Te digo esto para que veas hasta qué punto los partidos en vez de generar participación, lo que han hecho es expulsar al ciudadano de la política y llamarle cada cuatro años para votar. Pero yo creo que los ciudadanos -por lo menos una parte-, empiezan a querer salir de este “secuestro”. Hay una fuerza desconocida que le impulsa a hacerlo por encima de cobardías, dudas o fracasos. Ahora bien, hasta que lo consiga va a tener que pasar por muchos peligros y desiertos porque hay mucha alimaña dispuesta a defender sus privilegios y sus poderes, a costa de lo que sea. El protagonismo debe de volver al ciudadano.

-¿Cómo articular ese poder?
-En una democracia sólo se hace camino al andar. La guerra que ya ha comenzado, se está librando desde distintos frentes. Si echamos una ojeada veremos muestras del espíritu libre, del altruismo, del ejercicio de la libertad sin importar las consecuencias que ello pueda tener. Hay núcleos de debate serio, hay movimientos internacionales de protesta que están luchando a nivel internacional. Hay muchas formas de actuar. Yo escribiendo un libro, tú con lo que estás haciendo en este momento, propagando ideas, generando debates, debemos de volver a tomar el timón.

-¿Dónde está la utopía y la rebeldía en la sociedad actual?
-Muy vivas. En la historia de la humanidad la rebeldía sube o baja como un termómetro. Cuando suben la rebeldía y la utopía la sociedad avanza y cuando desciende, retrocede. Ésta es la madre de la historia. Alimentar ambas es el camino. El otro día en una conferencia cuando comenté una idea me dijeron unos muchachos: “¡Pero si eso es una utopía!”. Y me sorprendió que me lo dijesen como algo negativo cuando el avance de la humanidad ha estado de la mano de los utópicos. ¡Dime que soy un utópico! ¡No hay nada más grande que eso! El ciudadano debería de reaccionar ante cosas con las que no está de acuerdo y no conformarse. Por ejemplo, no deberían de soportar y quedarse en casa tan tranquilos, cuando uno pone la tele y aparecen valores que no deseamos. ¿Dónde están esos valores que mueven a la sociedad? Yo estaría dispuesto a salir a la calle a protestar, aunque la gente piense que es reaccionario. Creo que habría que defender la utopía, los valores, la virtud… y esto no tiene por qué ser retrógrado.

-¿Qué opinión tiene del periodismo que se está desarrollando en la red?
-Los medios de comunicación tradicionales se han mercantilizado. Se han vendido al poder que es quien les pone publicidad, les proporciona influencias; los partidos necesitan del apoyo de la prensa para hacer llegar sus mensajes y además la prensa puede cambiar la orientación del voto. Sin duda ha tenido lugar un gran pacto en el que el perdedor de nuevo es el ciudadano. Y la prensa, que era una emanación de la ciudadanía democrática, desgraciadamente ha pactado con los propios poderes a los que tenía que vigilar. Esto que te comento no es una opinión, es algo demostrable. Hay que volver a tomar el timón de la situación y volver a defender valores que no pueden ser abandonados como la independencia, la objetividad y sobre todo, el servicio a la ciudadanía que es el entorno donde nace el periodismo democrático moderno. Hoy las redacciones han perdido el poder y se les ha trasladado a aquellos que contratan la publicidad, a la empresa, al mercado. Internet en este sentido está virgen por el momento. Nadie lo ha comprado ni vendido. Lo que aquí nace está fresco. Los partidos aún no han metido sus zarpas. Cuando me preguntan sobre el tema les digo que no tengo mucha esperanza en Internet, aunque hoy por hoy la veo brillante, bella, libre e incluso estableciendo ciertas alianzas que se habían perdido con los ciudadanos. El periodismo de los bloggers, el periodismo electrónico, las revistas, quienes distribuyen la información en la red, todo ello parece conectar con el concepto de democracia original. Pero como decía, tengo pocas esperanzas porque el día que descubra el New York Times -que en cierta forma ya lo ha descubierto-, que la frescura y la renovación están aquí, intentará comprarlo. Y el dinero puede mucho.

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